Genios marginados, totalmente apartados de la escena musical de su época, corría el año 68 y la gente andaba con flores en la cabeza mientras estos individuos llenos de inquietud (y supongo que con otras sustancias, no flores, en su cabeza) practicaban lo que sería el albor de la electrónica, psicodelia enrevesada con toques bizarros de un oscilador electrónico, vanguardia en estado puro, intensidad en estado puro, las maquinas daban sus primeros alientos y vaya si los daban.... lo que paso luego ya es historia conocida.
Silver Apples (1968)
viernes, 11 de abril de 2008
Y las maquinas aprendieron a cantar...
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